viernes, 1 de febrero de 2013

Un equipo científico español secuencia el 80% del ADN del olivo e identifica los genes que determinan cualidades del árbol y de sus productos: aceitunas y aceite


Un consorcio compuesto por 18 investigadores de las universidades de Málaga y Córdoba, del Instituto de la Grasa, el Ifapa y dos empresas privadas ha secuenciado el 80% de los genes del olivo que están relacionados con el tamaño del árbol, su entrada en producción y la maduración de la aceituna. Este trabajo, desarrollado durante los últimos tres años, es el más amplio que se ha realizado hasta ahora y ha colocado al equipo a la vanguardia mundial en el conocimiento genético del olivo.

El trabajo publicado en la revista científica DNA Research, se ha realizado sobre las variedades picual (la más extendida en Andalucía, caracterizada por un árbol grande de copa ancha), arbequina (más precoz en la producción pero delicada frente a la oxidación) y lechín de Sevilla (más frecuente en el oeste de Andalucía) y con diferentes tejidos elegidos en momentos diferentes del desarrollo tanto del árbol como de la aceituna. Con esa información se han generado un chip de ADN, una herramienta de laboratorio que une a una superficie una gran cantidad de puntos de ADN para medir el nivel de expresión de los diferentes genes.

La investigación realizada durante estos tres años servirá a partir de ahora para identificar los genes que participan en cada momento, ya sea en las características del árbol, en su producción o en el tipo de aceite que producen sus aceitunas y, a partir de ahí, poder utilizar ese conocimiento en la selección de variedades. Esa sería una fórmula, por ejemplo, para conseguir árboles pequeños que se adapten bien al cultivo superintensivo y eviten los problemas que presenta la variedad arbequina: aunque es más pequeña que otras variedades y entra pronto en producción, el árbol llega a alcanzar hasta tres o cuatro metros de altura lo que dispara los costes de la poda y altera la producción.

Está en estudio una variedad de olivo nueva desarrollada por la Universidad de Córdoba a partir del cruce del olivo picual con el arbequino que ha derivado en árboles mucho más pequeños y, por tanto, más apropiados para su cultivo en seto.

Además, los expertos del Instituto de la Grasa, centro del CSIC ubicado en Sevilla, tratan de identificar los genes asociados a las diferentes características organolépticas del aceite, mientras que el grupo de la Universidad de Córdoba orientará la investigación hacia los genes que determinan que un olivo comience antes o después a producir aceitunas.

La investigación es la espina dorsal del proyecto Oleagen que llegó a integrar a 50 científicos involucrados en el descubrimiento de los secretos genéticos del olivo relacionados precisamente con la entrada en producción, la calidad del aceite y las características del árbol.

La fundación Genoma España nació en 2002 con la intención de convertirse en el motor de la investigación y la transferencia biotecnológica. Llegó a destinar tres millones de euros a este proyecto, en el que han participado tanto entidades públicas como empresas privadas. Sin embargo, en marzo de 2012 el Gobierno decidió integrar Genoma España dentro de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), aunque algunas de sus funciones las ha asumido el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

Estamos a un paso de la selección genética!!!

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