lunes, 13 de febrero de 2012

Un hongo, el Verticillium dahliae, ha protagonizado el día de hoy en el Rectorado de la Universidad de Córdoba.

Agricultores, empresarios e investigadores, reunidos por la Interprofesional del aceite de oliva en una jornada técnica, han analizado los últimos avances en la lucha contra la enfermedad provocada por el Verticillium dahliae : la verticilosis, a la que los parecen estar estrechando el cerco.
Concretamente, esta mañana se han expuesto los avances logrados por 4 proyectos de investigación desarrollados por científicos cordobeses y que persiguen la erradicación de la enfermedad desde diferentes líneas de trabajo. Los proyectos van desde la obtención de variedades resistentes a la verticilosis y poder sustituir a las variedades más tradicionales, que sean especialmente sensibles al hongo.
Otra línea de investigación pretende controlar biológicamente la enfermedad  buscando los factores que determinan la resistencia en algunas variedades al tiempo que analiza los efectos de los productos fitosanitarios sobre la enfermedad y la contaminación de los suelos.

La verticilosis afecta en torno al 20% del olivar andaluz y, aunque la enfermedad es conocida desde los años 70, todo apunta a que la extensión del cultivo del olivar en regadío fue uno de los factores determinantes en su extensión. Por eso, otra de las líneas de investigación de la UCO en este campo es la que intenta controlar la dispersión del hongo a través del agua de riego.

Finalmente,  se han expuesto los proyectos basados en el control de la enfermedad en los primeros años del olivo, y sobre la enfermedad y sus bioindicadores según el tipo de manejo agronómico del cultivo.
Actualmente, no existen métodos de detección precoz de estas enfermedades y, una vez que se manifiestan, determinar cuál ha sido el agente infeccioso es demasiado complejo como para que en la práctica se utilice de forma rutinaria. La ausencia de un diagnóstico exacto impide la correcta evaluación de las causas y la toma adecuada de decisiones sobre el control de dichas enfermedades.

Los métodos diagnósticos que existen necesitan de laboratorios muy especializados, son caros y no garantizan la detección precoz de la enfermedad.  Los métodos están basados en la identificación del patógeno en medios de cultivo, o en procedimientos moleculares basados en distintos protocolos de la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Otro problema para el correcto diagnóstico de la verticilosis del olivo es que los síntomas que produce pueden confundirse en determinadas situaciones con el de otros patógenos o estreses abióticos que producen síndromes conocidos bajo el nombre de seca del olivo. Se conocen varios patógenos que pueden producir síntomas similares a V. Dahliae: Cylindrocarpon destructans, Phytophthora megasperma, P. palmivora, Pythium irregulare y Sclerotium rolfsii, entre otros.

Si se determinase qué proteínas del olivo pudieran estar sintetizándose de forma específica y sistémica como consecuencia de la infección por estos patógenos, encontraríamos bioindicadores moleculares del estado fitosanitario de la planta y sería posible desarrollar un método diagnóstico basado en la detección de dichas proteínas.
Fuentes: UCO  la noticia 

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