martes, 18 de octubre de 2011

Desolador panorama producido por prolongado periodo de calor y sequía

Hace unos días, al regreso de mi viaje que me ha llevado por otros paises productores de aceitunas de mesa, me he dispuesto a realizar una visita "obligada" por los campos de olivos del norte de Extremadura, especialmente los de la comarca de la Vera, antaño envidia de otras zonas de la región por su riqueza en agua y en paisajes naturales que rezumaban frescura y sosiego. Para mi sorpresa, el panorama que he encontrado tanto en el aspecto de fincas, olivos y aceitunas ha sido para mí, desolador:
  • Fincas descuidadas, en su mayoria, cubiertas de maleza y de zarzas polvorientas
  • Olivos enfermos desde hace tiempo, aquejados de tuberculosis, repilo y afectados por otras plagas habituales, muy irregulares y sin podar durante los últimos años, abarrotados de aceitunas "exprimidas" de su jugo(*) por no poder soportar el estrés hídrico
  • (*) Aceitunas de mala calidad: agostadas y seriamente arrugadas en árboles muy cargados como corresponde a la floración excesivamente abundante de esta primavera pasada y multiatacadas, con saña, por "batrocera" (posiblemente por el prolongado periodo de elevado calor), y además, para más "inri", en un grado de madurez avanzada.
Si se une el problema de los precios de este año y la situación climatológica, el resultado de este otoño tan "caliente", será nefasto: las aceitunas quedarán en los árboles, sin cosechar, prolongando el "sufrimiento" de los mismos y con consecuencias que se trasladarán al próximo 2012, no sabemos si para perjudicar al sector o para beneficiarlo (al disminuir la producción con el consiguiente incremento de precios.....). Esta es una reflexión prematura pero que se me ocurre al pensar en el futuro, ya que el presente, que es un hecho, se muestra con muy pocas opciones positivas.

Para corroborar este testimonio Lee publicación con parecidas consideraciones.

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